Los imputados conformaban sociedades mediante las que generar enormes perjuicios a la empresa generando facturaciones truchas por fletes millonarios no realizados. El ingreso del dinero luego lo utilizaban para comprar vehículos de alta gama, 8 camiones 0 kilómetros, casas, varios lotes y departamentos en Santa Fe y Reconquista, y Lanchas.
Solo la maestra, con un sueldo que superaba los $35.000 mensuales, tenía varios vehículos, casas y departamentos a su nombre. Además el padre y sus hijos conformaban una empresa de transporte NOA Logística que generó millonarias facturas por viajes que nunca se realizaron.
Mai sostuvo que Silvia Marega tenía hasta consumos impagos de tarjetas de crédito y hasta había sacado varios créditos de alrededor de $5.000 para ir cubriendo sus deudas.
De la audiencia también participó el abogado Andrés Ghío, que se convertirá próximamente en querellante de la causa representando los intereses de la empresa estafada.
Por la defensa actuó el abogado Hernán Agú y negó todas las acusaciones que la fiscalía les esgrimió. Dijo que hasta 2018 vivieron austeramente porque estaban ahorrando para poner una empresa de transporte de carga.
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