La ordenanza contempla que el responsable del local asegure la provisión permanente en máquinas expendedoras ubicadas en los baños de hombres y mujeres o en lugares visibles. Cabe destacar que dichas máquina deben estar construidas con un material resistente y en caso de no poseerlas, se podrá expender preservativos en la caja, boletería o administración del lugar exponiendo esta información en los baños, para que la máquina expendedora, aunque fuera lo más adecuado, no termine resultando una limitante.
El concejal considera que los preservativos mencionados deben ser suministrados por el Municipio a través de la Subsecretaría de Salud de la Ciudad, quienes durante los seis primeros meses de vigencia de la norma deberán arbitrar los mecanismos convenientes para promoverla y fomentarla, mientras los diferentes locales se adecuan a la misma.
Si bien los preservativos ya se entregan en los centros de salud, Paoletti apunta a que la mayoría de las veces los adolescentes no acuden a esos lugares para conseguirlos y durante la madrugada es difícil encontrar dónde comprarlos.
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