La micropigmentación facial o maquillaje permanente, consiste en la aplicación de pigmentos antialérgicos en la capa subepidérmica de la piel mediante un pequeño dermógrafo, con el fin de realzar y corregir los rasgos.
Es un procedimiento no quirúrgico, rápido y efectivo para aquellas personas que no disponen del tiempo para maquillarse diariamente ya que no tienen que preocuparse por estar retocándose permanentemente.
PRP plasma rico en plaquetas:
Toxina botulinica (botox): Una forma diluida de la toxina botulínica tipo A, se considera hoy en día que es uno de los tratamientos que ofrece mejores resultados para eliminar las arrugas o tratamiento de la ritidosis. Esta forma de toxina botulínica, tras su infiltración con una aguja extra fina en el músculo debajo de la piel de la zona que se desea tratar
Ácido hialurónico: El ácido hialurónico comenzó a usarse en cosmética como un tratamiento en la década de los 90, en forma de viales inyectables que consiguen, de manera prácticamente inmediata, devolver a la piel su volumen inicial e hidratarla en profundidad, mejorando también su tersura y luminosidad. Así, se corrigen los primeros signos del envejecimiento cutáneo manteniendo nuestra piel joven por más tiempo.
Las principales ventajas del tratamiento es conseguir un aspecto más rejuvenecedor, gracias a las cualidades del prp podemos obtener una piel más firme y luminosa, además de conseguir eliminar arrugar de la piel.
El Plasma Rico en Plaquetas (PRP) es un material biológico autólogo, o sea que se obtiene de la misma sangre del paciente, tomando una muestra por una punción venosa. Estas poseen una gran número de sustancias llamadas “factores de crecimiento” que promueven la migración y división celular. Estos factores tienen el potencial de estimular la respuesta reparativa de los tejidos dañados.
Toxina botulinica (botox): Una forma diluida de la toxina botulínica tipo A, se considera hoy en día que es uno de los tratamientos que ofrece mejores resultados para eliminar las arrugas o tratamiento de la ritidosis. Esta forma de toxina botulínica, tras su infiltración con una aguja extra fina en el músculo debajo de la piel de la zona que se desea tratar
Ácido hialurónico: El ácido hialurónico comenzó a usarse en cosmética como un tratamiento en la década de los 90, en forma de viales inyectables que consiguen, de manera prácticamente inmediata, devolver a la piel su volumen inicial e hidratarla en profundidad, mejorando también su tersura y luminosidad. Así, se corrigen los primeros signos del envejecimiento cutáneo manteniendo nuestra piel joven por más tiempo.
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