Néstor Monzón nació en Reconquista, proviene de una familia humilde. Cuando tenía dos años fue incorporado a la familia de sus tíos maternos, regresando a convivir con sus progenitores cuando comenzó la escuela prima, volvió a vivir con los tíos cuando comenzó a cursar el tercer grado.
No recuerda haber padecido situaciones de violencia en el hogar de los tíos.
Recuerda situaciones de acoso escolar.
Cuando cursaba el cuarto año de la secundaria comenzó a pensar en su vocación, a los 19 años toma decisión acompañado por un sacerdote en el proceso de discernimiento vocacional. Experimentó el enamoramiento durante la adolescencia y mantuvo contactos sexuales que refiere pero no completos.
La técnica específica aplicada (test de Bender) a los fines de evaluar posible alteración neurológica que afecte la función visomotora, no se han hallado elementos indicativos de alteraciones, predominando una ejecución organizada, en la cual la ansiedad provocada por la situación de examen no ha generado en el peritado mayores dificultades en la ejecución. No se han observado indicadores de patología severa.
Respecto del nivel de inteligencia, no se han detectado signos de debilidad mental, insuficiencia o de desfasaje entre la edad cronológica y el desempeño intelectual. Posee un nivel intelectual medio, con buena productividad aunque con cierta lentificación del ritmo del pensamiento, posiblemente asociada a la necesidad de sobreponerse a una movilización interna que produce la situación de prueba.
Si bien cuenta con recursos intelectuales, se muestra conservador, con poca disposición a desarrollar sus potencialidades, en cuanto cuenta con capacidad para defender sus ideas y autoafirmarse. Posiblemente por su función social reprime dichas tendencias priorizando lo convencional. Sobreadaptado, sometido, teme pensar en forma diferente a los demás.
Se puede inferir que presenta una estructura de personalidad neurótica, en tanto las funciones yoicas (prueba, adaptación y juicio) se encuentran conservadas y permiten descartar indicio de patología psicótica.
Monzón responde al impacto emocional que los estimules de medio le generan de manera adaptada pero convencional, en términos de lo que cree que la situación le demanda pero sin mostrar realmente lo que siente.
Se infiere que valora el logro de la independencia de ocupar un lugar de autoridad, paterno, en el cual puede ser admirado, querido y valorado por otros, lo cual podría resultar compensatorio de aquellas carencias afectivas vivenciadas tempranamente y la angustia concomitante.
No es posible concluir que Monzón presente rasgos de personalidad psicótica.
Se observa con mayor conflictividad a nivel de la afectividad con dificultades para relacionarse pero que no alcanzan a ser indicativas de cosificación del otro, en tanto puede considerarlo y postergar los impulsos mediante la intervención del yo en su función adaptativa.
En cuanto al desarrollo psicosexual se evidencian indicadores de conflicto y fijaciones pregenitales en etapas primitivas del desarrollo libidinal (sobre todo oral y anal) que indica inmadurez. Conflictos en la identificación sexual de los cuales podría tomar conciencia, aunque predomina la defensa ante aquello que se niega a aceptar como propio, apelando en distintos momentos a defensas variadas lo que es un signo positivo a nivel pronóstico.
A nivel dinámico es posible inferir que el conflicto principal de Monzón se asocia a la represión de impulsos sexuales y agresivos, aunque se hallan presentes indicadores de posibilidad de sublimarlos y controlarlos por la vía racional, desplazar el monto de energía de dichos impulsos a otras representaciones, actividades o intereses. Se evidencian indiciadores de formación reactiva (operación mediante la cual las conductas, sentimientos o pensamientos inaceptables para el yo son sustituidos por otros diametralmente opuestos), respecto de la agresividad que se observa como principal tendencia rechazada.
Se evidencian indicios de disociación, es decir, de coexistencia de dos actitudes psíquicas contradictorias respecto de la realidad, una que intenta negarla y otra que procura aceptarla, en ese sentido presenta conciencia de su situación y ausencia de angustia manifiesta, notable dificultad para reconocer y expresas sus emociones, sensaciones y sentimientos al respecto.
Monzón presenta indicadores de conflictividad a nivel psicosexual, los mismos no resultan suficientes para establecer la presencia de un cuadro clínico o trastorno parafílico como la pedofilia o rasgos que condiciones gravemente el dominio de sus actos relacionados con la conducta sexual.
No se han detectado indicadores traumáticos vinculados a la esfera de la sexualidad (como abuso infantil) sino que los elementos traumáticos se asocian a abandono y vínculos primarios poco satisfactorios.
PERICIA PSIQUIÁTRICA
Se infiere que Monzón no padece alteraciones psicopatológicas manifiestas
No surgen síntomas ni signos psicopatológicos que demuestren la existencia de insuficiencia de sus facultades mentales, alteración morbosa de las mismas, o grave estado de inconciencia, que permitan suponer que a fecha de comisión de los hechos que son investigados, haya estado impedido para comprender la criminalidad de sus actos y dirigir sus acciones.
Al momento de ser examinado, su estado psíquico no revela índice de peligrosidad patológica para sí ni para terceros, sin perjuicio de valoración jurídica y social que en forma pertinente este tribunal pudiere hacer.
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